miércoles, 19 de febrero de 2014

Capítulo 12: To the end to except.

Escuchaba los lentos latidos del corazón de Harry y la pausada y tranquila respiración de Aniela, cerré mis ojos por unos segundos intentando borrar de mi mente lo ocurrido durante estos días. 
Siento como Harry empieza a jugar con uno de mis mechones de pelo y eso me da seguridad y tranquilidad, cómo siempre cuando estoy con Harry. 

Niall: Ya hemos llegado-dijo sacando las llaves del pequeño agujero del coche- dentro está mi esposa Bego-dijo mientras bajaba y nos abría la puerta-
Harry: No queremos ser una molestia-dijo saliendo del coche, con Aniela en brazos- 
Niall: No lo sois-dijo ayudándome a salir- fue ella la que insistió en que os trajera aquí. 

Sin decir una palabra más, nos dirigimos hacia la pequeña casa de madera de roble la cual estaba entre dos grandes pinos que hacían sombra, todo era verde, estaba completamente lleno de flores y en ese lugar se respiraba tranquilidad. 
Me paré en seco y cerré los ojos para disfrutar de la tenue brisa que hacia bailar mi pelo, me tapé como pude la parte de arriba, ya que mi pecho estaba al descubierto. 

Aniela: Vamos, ____(tn)-dijo tirándome del pantalón que pertenecía al uniforme- vas a coger frío. 

La sonreí débilmente  y me di la vuelta para encaminar el camino hacia la pequeña casa, con la niña agarrándome la mano, y por primera vez viéndola sonreír de verdad. 
Entramos a la pequeña casa y había una chica de la edad más o menos de Niall y rondando por la casa a toda prisa. Era alta, de piel blanca, y su corta melena rizada era castaña, tenía unos grandes y expresivos ojos color miel y una sonrisa plasmada en la cara. 

Bego: Oh, Dios-dijo acercándose a mi- que te han hecho cariño...-me miró con los ojos llenos de dolor- Harry ahora está en la ducha, ¿queréis comer mientras tanto?
Aniela: ¡Sí, por favor!-dijo contenta y yendo corriendo hacia lo que parecía ser la cocina-
Bego: Ven, cielo-dijo pasando su brazo por encima de mi hombro- no tengas vergüenza, no muerdo-dijo acompañando la frase con una risita- 
Tú: Lo siento-dije tímida- esto... es muy raro. 
Bego: Me imagino que es muy duro-dijo encaminándose hacia la cocina, sin soltar mi hombro, dándome pequeños empujoncitos- pero ahora estás a salvo. 
Tú: Y no sé como os agradeceré todo esto-suspiré algo más aliviada- todo lo que estáis haciendo Niall y tú-mis ojos negros se empezaron a aguar- 
Bego: Vuestra seguridad es nuestro agradecimiento-dijo tierna- 

Llegamos a la cocina y nos encontramos a Aniela sentada en un taburete de madera jugueteando con un plato y un tenedor encima de una encimera de la misma textura que el taburete. 

Aniela: ¿Qué hay de comer?-dijo como si fuera hiperactiva, por lo que yo solté una risita- 
Bego: Eisben-dijo dando vueltas al contenido de una gran olla y sirviendo dos platos- 
(Eisben es como un cocido típico alemán) 

Sin decir una palabra más empezamos a devorar el plato que había preparado Bego. Exquisito. Lo acompañó con un pan hecho por ella y me lo comí todo. 

Aniela: ¿Puedo repetir?-dijo con una dulce voz y poniendo carita de ángel- 
Bego: Por supuesto, cielo-dijo sonriente. Se levantó con el plato de Aniela en la mano y le puso el doble que le puso la anterior vez y con más pan- 
Aniela: Muchas gracias-dijo mirando con ganas el plato que ya tenía en frente de su cara- 
Bego: ¿Quieres más?-dijo mirando hacia mi con la misma sonrisa que a mantenido durante este tiempo- 
Tú: No, gracias-dije con una sonrisa y metiéndome en la boca la última miga de pan- 

Respondió con una tenue sonrisa. Y siento que alguien baja por las escaleras y se acerca hacia la cocina, me giro y le veo allí con lo que parece ser unos vaqueros, una nueva moda que a llegado de Norteamerica, una camisa a cuadros y unos botines masculinos marrones con el pelo aun algo húmedo y con varios rizos cayendo por su frente. Y en su cara, como siempre, una amplia sonrisa. 

Harry: Ya podéis ir a bañaros-dijo acercándose a mi y besándome la frente- 

Cerré los ojos por unos instantes mientras él aun tenía sus labios pegados a mi frente y sentía su calmada respiración removiendo mi pelo despacio. 

Aniela: ¿Puedo bañarme contigo?-dijo de repente la pequeña. Abrí los ojos y me separé unos milímetros de Harry para mirarla- 
Tú: Claro que si, boba-dije sonriente- 
Bego: Os prepararé la ropa en un santiamén- dijo dirigiéndose hacia las escaleras- Ani-dijo cariñosamente refiriéndose a la niña- ¿qué talla usas? 
Aniela: Eh... ¿la de ocho años?-dijo dudando- 
Bego: Sí-asintió mientras miraba su pequeño cuerpecito- te valdrá- y desapareció corriendo por las escaleras- 
Tú: Pues a bañarse-dije saltando del taburete y chocandome con el gran pecho de Harry, él cual me respondió con un beso en la nariz y una sonrisa- 

Sonreí de vuelta a Harry y cogí a Aniela en brazos. Me dirigí hacia las escaleras y busqué por las todas las habitaciones donde podía haber un baño, al final del largo pasillo encontré uno. 
Era muy acogedor, tenía una bañera de cerámica blanca, con las patas doradas y el grifo a juego de éstas, cerré la puerta sin seguro, por si Bego venía con la ropa y empecé a desnudar a la pequeña que también su ropa estaba algo manchada de barro, busqué con la mirada algún cesto para meterlo, pero no encontré nada, así que, lo tiré a un rincón del suelo.
Encendí el agua caliente y tapé a Aniela con una toalla mientras el agua se calentaba y me empecé a desnudar yo, me quité los pantalones y la ropa interior asquerosa que llevaba y enrolle esta con los pantalones, ya desnuda toqué el agua para ver si estaba templada, y así era, así que cogí a Aniela y la metí dentro y después fui yo. Dejé que cayera más el agua hasta que la bañera estuviera llena, y rápido se llenó. Cogí una pastilla de jabón que estaba posada en el borde de la bañera y empecé a frotar el largo pelo de Aniela con cuidado y delicadeza. 

Aniela: Hacia mucho que alguien no me bañaba con tanto amor-dijo con la voz rota, mientras una lágrima viajaba por su mejilla. Rápido se la sequé con cuidado y levanté su cabeza para que me mirara, ya que estábamos una en frente de la otra- 
Tú: Pues a partir de ahora, serán todas las veces que quieras-dije con una sonrisa sincera- 

No dijo palabra, se lanzó a mis brazos salpicando todo el suelo con agua y escuché mientras sollozaba en mi hombro, llevé mi mano a su cabeza y la acaricié mientras la mecía.  
Se separó de mi hombro con una sonrisa y me robó la pastilla de jabón y con una sonrisa traviesa se lanzó a mi cabeza frotándola y haciendo un montón de espuma con la pastilla, las carcajadas que salían disparadas de sus cuerdas vocales eran estridentes y dulces y su risa me contagió y empecé a reír yo también. 

Harry: No os divirtáis mucho sin mi-apareció él de repente apoyado en el marco de la puerta y con un par de columnas de ropa en cada mano con una sonrisa esplendida- 
Tú: ¡Harry!-dije tapándome rápido con la espuma que había hecho Aniela- estamos desnudas...-dije bajando la voz y escondiendo mi cara para que no viera el efecto que el provocaba sobre mi. Timidez y sonrojo, eso provocaba.- 
Aniela: Eres un cochino-dijo graciosa comenzando a reír- 
Harry: Bueno, señoritas-dijo a modo de paz- os dejo aquí la ropa limpia-dijo entrando en el baño y dejándola encima de una mesa de madera, al pasar por mi lado, me acarició suavemente la nuca para después desaparecer por detrás de la puerta cerrándola a su paso-
Aniela: ¿Cuándo seréis novios?-dijo tan normal, frotándose su cuerpecito con la pastilla de jabón- 

La miré tímida y con una sonrisa en la cara. Eso mismo me preguntaba yo, cuando me pediría ser su novia, cuando seriamos felices lejos de este infierno. 

Tú: Sinceramente-dije en un suspiro algo cansado- no lo sé, Ani. 
Aniela: Pídeselo tú-dijo mientras me pasaba la pastilla de jabón-
Tú: ¿Qué dices?-dije cogiendo la pastilla de jabón y empezando a lavarme- desde siempre es el hombre el que se a declarado a la mujer. 
Aniela: Mira, mi mamá siempre decía que en el amor no hay nadie que tenga que dar el primer paso-dijo mientras jugaba con la poca espuma que quedaba- sino que los dos, y mi mamá era muy lista ¿sabes?-dijo con una dulce voz mirándome con sus ojos intensos y de diferente color-  
Tú: No lo dudo, Ani-dije totalmente convencida, pues ese sabio consejo tenía mucha razón- ¿y si me rechaza?-dije temerosa. Era tonto que le estuviera pidiendo consejo a una niña de diez años, pero era demasiado inteligente- 
Aniela: Creo que si no te quisiera no te hubiera besado con...-se quedó pensativa unos segundos mirando a la nada- con tantas ganas-iba a decir algo pero me calló tirándome agua a la cara- y calla ya, que él te quiere, que yo lo sé y yo lo sé todo- dijo dulce y con una gran sonrisa- 
Tú: Si, señorita-dije divertida- y vamos a salir de aquí que vamos a acabar como pasas. 

Sin decir una palabra más, salí de la bañera cubriéndome con una de las toallas que había traído antes Harry y saqué a Aniela en brazos para cubrirla a ella con otra. Busqué entre la ropa que había traído Harry y encontré un vestido azul con flores rosas y blancas, bastante pequeño para mi y con los puños bordados en blanco, después encontré unas braguitas blancas, también bastante pequeñas, unos calcetines blancos hasta el tobillo haciendo un pequeño fleco bordado en éste y acompañado de unos zapatitos de charol negros. 
Le enseñé la ropa a Aniela y ésta sonrió ampliamente y asintió efusivamente quitándome la ropa de las manos, y se empezó a vestir ella sola. 
Pasé la mirada por la montaña de ropa que quedaba, me encontré con un vestido un dedo por encima de la rodilla, blanco con pequeños pájaros en negro, acompañado por un cinturon negro, fino que iba en la cintura con la hebilla dorada, unas medias transparentes que me llegaban hasta el muslo, unas braguitas blancas y un sujetador a juego, junto con unos zapatos de manoletina negros charol, nos quedaba la ropa estupendamente, recogí la ropa sucia, quité el tapón de la bañera para que se fuera el agua sucia, y cogí un cepillo y una goma del pelo y senté a Aniela en una sillita y le recogí el pelo en una larga trenza de raíz y yo solo me lo cepillé un poco dejándolo suelto por completo. 

Aniela: Estás preciosa-dijo mirándome de arriba a bajo y asintiendo con la cabeza-
Tú: Digo lo mismo de ti, señorita-dije poniéndome a su altura y dándole un beso en la punta de la nariz, haciendo que soltara una pequeña carcajada- 
Aniela: Vamos-dijo cogiéndome de la mano y arrastrándome hacia la puerta- te tiene que ver Harry así. 
Tú: Espera que recoja la ropa del suelo-dije agachándome rápido a por el montón que había hecho minutos antes y siguiendo a Aniela escaleras a bajo- 

Al llegar me encontré a Harry en el salón hablando animadamente con Niall y Bego, esté dejó de hablar unos instantes y puso su verde mirada en mi, escuché como tragaba saliva fuertemente y en su cara se dibujaba una sonrisa. 

Harry: Estás...estáis-corrigió rápidamente mirando hacia Aniela- preciosas. 
Aniela: Traigan un barreño para las babas de el papá Harry-dijo levantando las manos en su camino hacia el sofá, ya en él se sentó al lado de Harry y apoyó su cabeza en su brazo, rápidamente, Harry lo aparto, dándole accesibilidad a su pecho para así Aniela estuviera más comoda- 
Harry: ¿Qué babas, Ani?-dijo divertido- 
Aniela: Las que sacas por ____(tn)-dijo con una voz adormilada y con los ojos cerrados- 
Tú: Creo que alguien está algo cansada-dije divertida- por cierto, ¿dónde tiro esta ropa, Bego?-dije mirando hacia Bego, la cual miraba con ternura a ____(tn)- 
Bego: Oh, dame-dijo levantándose rápido y quitándome la ropa de las manos- 

La seguí extrañada por su comportamiento y al llegar a donde ella estaba, me la encontré apoyada en el mármol cabizbaja y aspirando fuertemente hacia arriba. 

Tú: Hey-dije acercándome a ella- ¿qué pasa?-ya a su lado, pasé mis brazos sobre sus hombros como horas antes lo había hecho ella- 
Bego: Nada, querida-dijo con la voz rota- bastantes problemas tienes tú ya, como preocuparte por los míos también. 
Tú: No digas tonterías, Bego-la abracé fuertemente, y ella me respondió el abrazo escondiendo su cara en el hueco que hay entre mi cuello y el hombro- ¿qué te pasa? 
Bego: Yo quiero tener hijos...-dijo desolada- pero por más que lo intentamos Niall y yo-dijo suspirando entrecortadamente- no hay manera. 
Tú: La verdad-dije frotando mi hombro con su espalda- yo no sé mucho de relaciones de pareja en la cama, bueno, ni fuera de ella-dije sincera, haciendo que Bego soltara una risita- pero si algo sé seguro, es que no tienes que rendirte, nunca, y si quieres un bebé, inténtalo hasta que no podáis más, y cuando no podáis más, seguid intentándolo. 
Bego: Tienes razón...-dijo disolviendo poco a poco el abrazo y secándose las lágrimas con el dorso de su mano- no dejaremos de intentarlo-dijo con una sonrisa nostálgica- muchas gracias, ____(tn)-dijo dulcemente- 
Tú: No, gracias a ti-dije con cariño y una sonrisa en la cara-Niall y tú sois increíbles por hacer esto. 
Bego: Es todo un placer-dijo con una sonrisa algo más animada- por cierto, pasaréis aquí la noche. 
Tú: ¿Y donde dormiremos?-dije curiosa- 
Bego: En una habitación-dijo divertida- Harry y tú en una cama de matrimonio y Ani en una individual, ya está montada en la misma habitación. 
Tú: Oh... genial-dije por no gritar- 

Vale. Había dormido un par de veces con Harry, cuando estábamos en la buhardilla y una cosa es dormir en la madera, y dormir un par de horas, y otra cosa es bajo las sábanas, abrazados, juntos, y a él le gusta dormir en ropa interior.


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