miércoles, 26 de marzo de 2014

Capítulo 13: Adore you.

La noche se hizo presente rápidamente y todos charlábamos animadamente en el salón, menos Ani, porque Harry la subió a la cama ya que había caído rendida. 

Niall: Nosotros nos iremos a dormir-dijo levantándose de el cómodo sofá- 
Bego: Así es-cogió la mano de Niall y se despidieron, no sin antes guiñarme un ojo con una sonrisa y que yo la respondiese con un guiñito- 

Y desaparecieron escaleras arriba. Harry me miraba atento, con una sonrisa en la cara y casi sin pestañear. 

Harry: ¿Y qué quieres hacer?-dijo mientras se mordía su labio inferior- 

Clavé mis oscuros ojos en sus labios quedándome colgada de sus movimientos, a mi mente llegó la imagen de aquel beso en el coche, oh, Dios, muero por volver a besarle, pero esta vez sin estar cubierta de porquería. 

Harry: ¿____(tn)?-susurró acariciándome una de mis mejillas- ¿estás bien? 
Tú: Oh, claro-dije mientras negaba un par de veces con la cabeza, intentando salir de mi trance- 
Harry: Decía que qué quieres hacer-dijo aún sin apartar su mano de mi mejilla, regalándome suaves y dulces caricias- 
Tú: Quería... quería...-dije intentando hacer una pequeña declaración, como dijo Ani, pero mis nervios me hicieron fallar y tartamudee. Estaba algo decidida, debía decírselo- Harry, estoy...-suspiré con rabia, no sabía como decirlo, pues parecía que me estaba riendo de él- 
Harry: ¿Estás...?-dijo incitándome a terminar la frase, con su torcida sonrisa y con su mano recorriendo mi cuello, regalándome pequeños escalofríos e inaguantables pequeños suspiros- 
Tú: Enamorada de ti.-dije al fin, lo más rápido posible. Cerré los ojos y escuché un suave suspiro de Harry, abrí los ojos esperándome una mueca de negación o de confusión, pero por el contrario, me encontré con su sonrisa a centímetros de sus labios y sus ojos entreabiertos, fijos en mis labios- 
Harry: Yo llevo enamorado de ti, desde que manché tu vestido, ángel-dijo en un susurro casi inaudible, para luego, sin dejarme responder, besara suave y lentamente mis labios- 

Me sentí en el séptimo cielo, pues sus labios son tiernos y suaves, había imaginado varias veces como seria besar sus finos y rosados labios, pero mis sueños se quedaban sumamente cortos para la realidad, sus labios eran como sus caricias, suaves, llenas de cariño y amor, sus besos eran húmedos y cálidos. Rodeé su nuca con mis dos brazos y me dejé caer en el sofá con él encima mío, sentía su acelerada respiración y su pecho como subía y bajaba, una de sus manos viajó hasta mi cadera y otra siguió recorriendo los rincones de mi cuello. Rozó la entrada de mi boca con su lengua, intentando probar mi cavidad bucal, entreabrí nerviosa los labios, y su lengua comenzó a recorrer cada rincón de mi boca sin acelerar el beso, lento y delicado, mi corazón latía con la fuerza de un elefante, cada latido era un paso de éste. 
Se separó unos milímetros de mis labios dejando su sabor en mi boca, aun estaba sobre mi, y esa sensación, me encantaba. 

Harry: Te adoro, ángel.-dijo mientras juntaba su nariz con la mía y empezaba a jugar con ambas- 

Me quedé sin aliento, no podía articular palabra, mi cuerpo temblaba como si de gelatina estuviera hecho, y lo único que podía hacer era sonreír, me comportaba como una estúpida, pues en esos momentos es lo que soy, una estúpida enamorada. 

Harry: Será mejor que vayamos a dormir, mañana por la mañana pronto emprendemos el camino hacia Francia-dijo levantando se encima de mi, y tendiéndome la mano para incorporarme- 
Tú: ¿A Francia?-dije dubitativa- 
Harry: Así es-dijo cogiendo mi mano para dirigirse a nuestra habitación- pasaremos allí unos días con un amigo de Niall llamado Louis y luego viajaremos a España, Louis tiene contactos en España, conseguiremos trabajo, casa y por fin, seremos felices los tres juntos-dijo mientras subía las escaleras, con mi mano sujeta y una sonrisa en su cara- 
Tú: Harry-dije mientras paraba en seco, en medio de las escaleras- prométeme que todo saldrá bien.-dije en un susurro. No quería volver a pasarlo mal, no quería perder a Harry ni a Ani, quería ser feliz, por fin-  

Harry se acercó a mi cara y quedó a milímetros de ésta, rodeó con sus fuertes brazos mi cintura y se acercó lo máximo posible a mi cuerpo. 

Harry: Prometí salvarte, ángel-dijo mientras colocaba un mechón de pelo que cayó de detrás de mi oreja- y prometo que seremos todos felices, juntos.-y después de sonreír, volvió a besarme haciendo que de nuevo mi cuerpo temblase- 

Llegamos a la habitación y entramos sin hacer el menos ruido posible, pues allí se encontraba Ani completamente dormida, en la cama había un camisón de tirantes y bastante corto, me quedé mirándolo por unos segundos hasta que Harry se fijó en mi cara y se tragó una gran carcajada. 

Tú: ¿Me tengo que poner esto?-dije notando como la sangre se acumulaba en mis mejillas- 
Harry: Así es-dijo mientras se mordía su labio inferior con suavidad y lo soltaba lentamente- o sino, desnuda, como prefieras. 
Tú: ¿Desde cuando eres tan pervertido?-dije asombrada, pues no recordaba a Harry tan... así, aun que por una parte, me gustaba- 
Harry: Desde que te lo puedo decir-dijo mientras encogía los hombros con una cara de niño pequeño-
Tú: Mejor iré al baño a cambiarme-dije con una leve risita- 

Me dirigí al baño sin dejar a Harry responder y cerré con pestillo, miré durante unos segundos el camisón desplegado tendido sobre mis ojos, la verdad que era muy bonito, era blanco con pequeñas flores negras decorando sus bordes, con un fuerte suspiro me quité el vestido, los zapatos y las medias y las doblé dejándolas sobre la mesita de madera. Me coloqué el camisón y me quedaba genial, remarcaba mis curvas y tenía un escote que se podía usar de canasta, pero el cual, hacia resaltar mis pechos, el camisón era sumamente corto, me llegaba justo por debajo de mi trasero, tapaba lo justo y lo necesario. Me cepillé un poco el pelo y abrí la puerta. Pegué un pequeño bote, pues en la oscura noche divisé una sombra alta y fornida, estaba asustada, hasta que la luz resalto las facciones de esa sombra. Harry. Mi miraba desde poco más allá del umbral de la puerta con los brazos cruzados, en ropa interior y apoyado en la pared. Realmente esa imagen era muy excitante. Di un paso al frente no sin antes apagar la luz del baño y con ésto dejando que la oscuridad reine a nuestro alrededor. 
Mi cuerpo temblaba y el corazón se me aceleraba. Di otro paso. Sentía la cálida respiración de Harry chocar contra mi frente. 

Harry: Vamos a la cama, ángel-dijo en un suave y dulce susurro, con su voz más ronca de lo normal- 

Sin dejarme responder, me agarró dulcemente de la muñeca y tiró de mi hacia la habitación. Al llegar allí, nos tumbamos en la cama a la par y Harry comenzó a regalarme pequeñas caricias por mi faz. 
Rápido Morfeo me atrapó y caí en un dulce sueño. Después de una tortura que parecía infinita. 

Harry: Buenas noches, ángel-dijo en un dulce susurro- te amo. 

Y sin dejarme responder, me dio un suave beso y me abrazó, acurrucándose a mi lado. 
Suspiré. Esto no podía ser real, tenía a Harry, al amor de mi vida, abrazado a mi cuerpo.